De sencillo estilo andaluz, es una pequeña ermita que data de 1575 y que ha sufrido varias reformas posteriormente, la última tras la Guerra Civil, en la que tuvo que ser reconstruida parcialmente. Guarda el patrimonio de una de las cofradías más antiguas e importantes de Bujalance, la Muy antigua y Franciscana Cofradía de la Vera Crux. Entre las obras de arte a destacar, hay que señalar un San Juan Bautista, vinculable al círculo del granadino Alonso de Mena y diversas tallas (la Oración en el Huerto, el Rescatado o la Esperanza) del escultor Martínez Cerrillo.